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Arquitectos: Tololo Ugarte
- Área: 170 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Mauricio Duarte Arratia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Casa Z es un refugio de fin de semana ubicada en el balneario costero de Zapallar, emplazado frente al Océano Pacífico chileno, a 150 km de Santiago.
El proyecto nace del encargo de diseñar un espacio que funcionara como una especie de observatorio de la naturaleza y su entorno. Para ello, se propuso como primera idea fuerza la de semi enterrar la casa, de tal forma que la vegetación dialogue con la casa en una misma escala y permita que quien la habite se sienta inmerso en el paisaje.
Así mismo, el proyecto buscó generar un resultado que expresara una cierta ambigüedad entre lo que está dentro y fuera de la casa, logrado a través del juego y la alternancia entre elementos de grandes aperturas y clausuras hacia el jardín. De esta manera, el acceso principal se propone como un espacio de total transparencia que permite atravesar la casa con los ojos y que sumado a un espejo de agua generan la sensación de que el mar llega hasta la puerta de entrada.
Las vistas interiores se abren tanto al mar como a los cerros en un esquema de doble crujía que, por medio de una extendida circulación central, se distribuye a los recintos que se ubican a ambos lados. A su vez, existen dos elementos de hormigón (chimenea y muro de acceso) que configuran la morfología y distribución de los recintos, al tiempo que funcionan como un ancla visual del proyecto con el terreno.
La obra se propone como un espacio flexible y modificable dependiendo del uso y cantidad de huéspedes que la habiten. Esta cualidad es posible a través de una serie de cerramientos y puertas móviles que permiten desdibujar la línea entre lo público y lo privado. De esta manera, el dormitorio principal tiene la posibilidad de abrirse al living comedor a través de dos puertas de corredera que se esconden dentro de la chimenea, así como también es posible dividir la casa en dos, generando racimos de recintos independientes entre sí.
La materialidad del proyecto se compone por dos grandes bloques de hormigón que inspiran una gestualidad fuertemente brutalista que, en contraste a la ligereza de los cerramientos de madera y vidrio, logran resaltar y entenderse claramente como ejes principales del proyecto.